Coste fijo es el coste en que incurre la empresa que no varía con el nivel de producción, es decir, es independiente de este durante un período de tiempo, permanece invariable respecto a las unidades producidas, vendidas o al número de servicios prestados.
El ejemplo más común de un coste fijo para una empresa es el alquiler de las oficinas o el galpón donde opera, dado que este alquiler no va a variar si se incrementa o disminuye la producción. También se encuentra el salario que se paga al personal directivo o gerencial de la empresa. El pago de algunos servicios como los servicios de Internet.